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La ONU promueve la legalización de la pederastia. INFOCATÓLICA. Por Roberto Esteban Duque. 26ago24. https://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=50257
Resumen:
En 1913, cuando 'La consagración de la primavera' se representó por primera vez en el nuevo Théâtre des Champs Elysées, Stravinski recordaba en su Autobiografía que, desde los primeros compases del preludio, hubo risas burlonas en el auditorio, provocándose un tumultuoso estreno. ¿Por qué el público respondió tan intensamente al espectáculo de una doncella bailando hasta morir, presentado como un ritual arcaico de fertilidad de la Rusia pagana? En lugar de medias ajustadas y tutús que mostraban deslumbrantes siluetas musculosas, los coloridos trajes de inspiración folklórica cubrían completamente el cuerpo de los bailarines. La coreografía desafiaba todas las convenciones del ballet clásico.
El significado simbólico de la joven víctima que baila hasta morir en el seno de una bárbara comunidad, presa de su canon modernista, se asemeja a la imagen de los niños sacrificados al Satán de las ideologías progresistas, despenalizando la pedofilia siempre que sea consensuada como pretende un artículo de un nuevo tratado de la ONU que será adoptado a finales de año por la Asamblea General. Prevalecerá el derecho a desarrollar las relaciones sexuales entre menores o de menores con adultos a la integridad de los niños, se alzará el impuro Occidente, la ramera Babilonia, la protección de los derechos de los criminales sobre los derechos de las víctimas.

Ahora la ONU impone la supuesta bondad del consenso desde las instituciones para justificar los comportamientos patológicos y perversos, exalta la trata de la que el niño debe estar protegido, como así lo recoge la Declaración Universal de los Derechos del Niño. El crecimiento de la pedofilia visual pornográfica ha aumentado exponencialmente en los últimos años, siendo EE.UU. el país que más pornografía infantil produce en el mundo y quien defiende ahora las excepciones a combatir los delitos en internet. Lo peor de todo es que se considera y celebra como una defensa del menor, como si se estuviese realizando algún maltrato hacia el niño que debiera salvarse, promocionando así la prostitución infantil, con el abyecto objetivo de legalizar la pederastia.
Pronto, muy pronto, se sacrificará a los niños en un baile orgiástico de apareamientos inclusivos infames, amparados por la ley, ante la indiferencia de un endemoniado Occidente incapaz de encontrar amotinamiento alguno entre sus filas.
En realidad, la propuesta de la ONU es una propuesta utilitarista, de un gran relativismo moral, propia de una sociedad corrompida que desfigura la acción humana, instrumentaliza y degrada al ser humano a meros medios para la satisfacción de deseos personales y colectivos. Aquí no existe un hipotético y engañoso acuerdo entre iguales que se deba poner en práctica mediante el instrumento del consentimiento, sino menores incapaces de tomar decisiones cuyos derechos no se encuentran ya limitados por ciertos correctivos derivados de la dignidad inherente de cada persona.
A pesar de los estridentes ritmos de 'La consagración de la primavera', de aquellos saltos del bailarín Vaslav Nijinsky considerados como «un crimen contra la gracia», desafiando a París, la ciudad de la vanguardia artística europea, la partitura se hizo indispensable en el canon académico, adquiriendo un estatus mítico. Lo mismo deberá suceder con nuestras voces, resonando molestas contra el embate desaforado y la barbarie de las inmundicias que pretenden impregnar costumbres y formas de vida, destruir la familia desde las propias instituciones, y acabar con el cristianismo en tiempos que preludian su trémula extinción.
COMENTARIOS
La multimencionada "sociedad basada en reglas" promovida por los Estados Unidos, está a punto dcobrar, no pocas víctimas, sino toda una generación de niños y adolescentes que podrían caer bajo la corrupción de un sistema que acomoda a su gusto esas reglas y que ataca y mutila a las familias, quienes serán en primera instancia la propuesta de la ONU para legalizar la pederastia.
Basados en unos supuestos "derechos del niño" se quiere aprobar una ley donde los pequeños, adolescentes y jóvenes tengan el derecho de mantener relaciones sexuales entre sí o con personas mayores. La condición es que sea "consensuadas", es decir, que tanto los niños como los adultos estén de acuerdo. Desde luego, sin el permiso de los padres. Estas atrocidades no se pueden lograr si intervienen quienes tienen la obligación de cuidar a los hijos y conocen las graves consecuencias de tales perversiones.
¿Desde qué edades estamos hablando? No hay una propuesta concreta, pero algunos hablan de 10, 12 o 14 años, o incluso menos.
Hay mucho que decir respecto a esta noticia, tanto que las ideas de impotencia se agolpan en la mente, intentando plasmarse en unas cuantas líneas. Pero trataremos de elegir algunas de las ideas centrales.
En primer lugar, es necesario hacer una clara distinción entre las reglas establecidas por los hombres y las leyes dictadas por Dios desde la creación. Las leyes de Dios se encuentran enmarcadas en lo que los filósofos y juristas llaman la Ley Natural, las normas impresas por Dios en las conciencias de los hombres, aquellas que nos dicen lo que está bien o mal, moralmente hablando. Para nosotros los católicos estas leyes se encuentran condensadas en los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Observemos con cuidado cada una de ellas y se verá que tienen sentido, están organizadas lógicamente y no tienen error o deficiencia alguna: Amar a Dios nuestro Creador y Redentor, respetar su Santo Nombre y los días establecidos para rendirle adoración. Amar y respetar a nuestros padres; no matar, no robar, no decir mentiras, respetar los bienes ajenos y la dignidad que merecen las personas, y ejercitar nuestra voluntad para poder practicar nuestra capacidad reproductiva y educadora en los tiempos y momentos oportunos. ¿Hay algo malo en alguno de estos puntos? ¿Tan sólo en alguno de ellos?
¿Qué dicen las leyes de los hombres? Si bien hay muchas que defienden los derechos de las personas, otras hay, desafortunadamente, en que los conceptos de justicia, honradez, templanza y ahora la educación para la castidad, han quedado prácticamente fuera de estas leyes. Se han originado en las élites que tratan de imponer su voluntad a todos los demás. Estas leyes incluyen: asesinar al no nacido o a un enfermo incurable, sin tomar en cuenta su voluntad, desde luego; se puede romper el sagrado matrimonio con la facilidad con la que se muda de casa; se permiten los horribles pecados del adulterio y sodomía; se le puede quitar los bienes necesarios para la subsistencia de una familia con triquiñuelas financieras y bancarias; se puede acallar y hasta sancionar la libertad de conciencia, etc. ¿Tienen sentido estas leyes que nuestros "representantes populares" aprueban?
Y aún más. Todas estas leyes creadas por los hombres se pueden violar o acomodar a los intereses de los poderosos, de los mismo que las diseñaron. Si algo sale mal, se puede resolver presentando la malicia como algo bueno, o buscando los "recovecos" que hay en toda ley humana, o bien, definitivamente comprando a abogados, jueces y demás ejecutores de la ley. Todo esto se observa con demasiada frecuencia.
Regresando a la ley que aprueba la pederastia. ¿Ustedes creen que un niño o uno de nuestros adolescentes estén en condiciones de tomar "decisiones consensuadas" cuando aún no han formado su personalidad, carecen de la educación y experiencia necesaria, y no poseen la capacidad para tomar este tipo de decisiones? ¿Claro que NO! Y una decisión de este tipo puede ser suficiente para perder a una niña, o a un joven inexperto. Estoy seguro que un pequeño niño dice sí, ante la promesa de una golosina o un juguete, o un videojuego… o quizás una dosis de un enervante.

No podemos olvidar que las Leyes de Dios son anteriores y primordiales sobre las leyes de los hombres. No podemos cumplir con las leyes humanas cuando son contrarias a las leyes de Dios. Eso no lo podemos hacer, y menos los católicos.
Y sin duda estas leyes que son promovidas ante la ONU muy probablemente serán aprobadas. ¿Y quiénes se beneficiarán con ello? Los que hacen dinero con la corrupción humana, con la trata de blancas, con la prostitución y las drogas y ahora con la pederastia; los enfermos mentales (pederastas) que en lugar de estar recluidos en un hospital psiquiátrico, podrán ahora presentarse en sociedad mostrando a las víctimas de sus vilezas y engaños, como un cazador que se toma una fotografía con su presa innerte. Pero, sobre todo, los que, sirviendo a Satanás, buscan la perdición de los hombres.
¿Y quién va a pagar las consecuencias de una perversa ley como ésta? Los niños y sus familias, en primera instancia; pero también la sociedad completa, pues no puede haber justicia ni verdad en medio de actores sociales corruptos. Peor aún más. Estamos hablando de la salvación o condenación de nuestros niños.
Los hombres corruptos ya lograron legitimar sus perversidades. Se revuelcan en la inmundicia del pecado y las drogas. Si ellos quieren perderse en el infierno, ¡allá ellos! ¡Pero ya es suficiente! ¡Dejen a nuestros niños en paz!