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Obispo de Augsburgo:
Ninguna Iglesia es dueña de la verdad". INFOVATICANA. Por
Carlos Esteban. 28feb24. https://infovaticana.com/2024/02/28/obispo-de-augsburgo-ninguna-iglesia-es-duena-de-la-verdad/
Noticia:
El obispo de Augsburgo, Bertram Meier, ha alertado contra la estrechez de miras entre los cristianos de diversas confesiones. «Ninguna iglesia es dueña de la verdad», afirma.
«Ser diferentes no es un peligro, sino una oportunidad para aprender unos de otros», señaló Bertram Meier, obispo de Augsburgo, al inicio del 40° Encuentro de Obispos Ecuménicos del Movimiento de los Focolares, que se prolongará hasta el viernes bajo el lema "Dare Unity" (atreverse a la unidad). Están presentes alrededor de 60 obispos de alrededor de 30 denominaciones cristianas y 26 naciones.
Meier invitó a los participantes a ver el encuentro como una "escuela de fe que escucha". El encuentro es una señal del "ecumenismo de amor" que quiere el Papa Francisco. «Se encuentran aquí enamorados sin que su propia casa de fe se derrumbe».
La presidenta de los Focolares, Margaret Karram, afirmó que la «cuestión clave» de la conferencia era escucharse unos a otros y al Espíritu Santo para dar un nuevo impulso al camino hacia la unidad de los cristianos. Habló de sus experiencias en el Sínodo Mundial en Roma: «Puedo aprender con el corazón, aunque a veces guarde silencio».

Brendan Leahy, obispo católico de Limerick, Irlanda, y moderador de cientos de obispos de todo el mundo cercanos a los Focolares, dijo: «El ecumenismo ha hecho enormes progresos en los últimos cien años. Pero todos sabemos que se necesita algo más».
Leahy añadió que esperaba que la reunión proporcionara una "experiencia de Jesús en el Cenáculo". Para ello es necesario multiplicar esta experiencia con la ayuda del Espíritu Santo. «Estamos llamados a experimentar más profundamente cómo las relaciones mutuas pueden ser un lugar para experimentar a Dios. Queremos dejar que Cristo tome forma entre nosotros».
Charles May, obispo anglicano de Highveld en Sudáfrica, subrayó que el ecumenismo tiene beneficios sociales. La cooperación entre las iglesias de su patria sigue contribuyendo a la superación del apartheid y al entendimiento entre los diferentes grupos étnicos.
La comunidad espiritual de los 'focolares' fue fundada en 1943 por la maestra italiana Chiara Lubich y, aunque surgida dentro de la Iglesia católica, es ecuménica e interreligiosa. El nombre proviene de una palabra que significa fuego de hogar. Según sus propios datos, el focolar tiene alrededor de dos millones de miembros o 120.000 miembros en todo el mundo, de los cuales 35.000 o 3.500 miembros se encuentran en Alemania.
COMENTARIOS
Aquí
tenemos dos problemas de fondo:
- ¿Nuestro Señor Jesucristo fundó una o muchas Iglesias? Porque las miles de iglesias que identificamos como "protestantes" o "cristianas" proponen verdades distintas a la Iglesia Católica. Es decir, se apartan en mayor o en menor grado de las enseñanzas de la Iglesia. Además, apenas nacieron y empezaron a multiplicarse en el siglo XVI, con el movimiento de Reforma de Martín Lutero. Y actualmente se considera que existen alrededor de 30,000 denominaciones distintas[1].
- Nuestro Señor Jesucristo fue muy claro cuando dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí" (Jn. 14,6); pero el obispo Bertram Meier afirma que nadie es dueño de la verdad, refiriéndose a las iglesias cristianas. ¿N. S. Jesucristo se equivocó o quien se equivoca es el obispo Meier?
La frase "nadie es dueño de la verdad" la podemos entender en dos sentidos: uno filosófico y otro que podríamos decir "ecuménico", en el sentido modernista. En el sentido filosófico, ciertamente, la verdad no depende de quien la conoce: es verdad porque es corresponde con la realidad. Pero en el sentido ecuménico quiere decir que todas las iglesias tienen razón, que son depositarias de la verdad. Esto no puede ser, porque afirman cuestiones distintas, contrarias o contradictorias respecto a la Doctrina de la Iglesia Católica. Sólo apliquemos los principios básicos de la lógica: si dos premisas afirman cosas distintas, o una de las dos es falsa y la otra verdadera, o ambas son parcialmente falsas y verdaderas, o las dos son falsas. Es el principio de no contradicción.
Las palabras del obispo Bertram Meier corresponden con el falso ecumenismo iniciado en el Concilio Vaticano II. Ya antes S. S. Pío XI, en su Encíclica Mortalium ánimos de 1928 establecía el verdadero sentido del ecumenismo.
"Ecuménico" quiere decir universal[2]. Es el mismo sentido del concepto "católico". Esta nota distintiva de la Iglesia quiere decir que el misterio de la Redención es para todo el mundo, que vino a salvar a toda la humanidad. Pero tiene sus condiciones: creer en el Hijo de Dios y practicar sus enseñanzas. Por eso nuestro Señor Jesucristo, antes de su gloriosa Ascensión a los Cielos, encargó la misión a sus apóstoles de ir por todo el mundo a predicar el Evangelio. Y luego establece las reglas: El que creyere y se bautizare, se salvará: pero el que no creyere, será condenado. (Mr. 16, 15)
Este tema del ecumenismo ha regresado desde hace poco más de un siglo, como una tendencia eclesial que tiene como fin promover la unidad de todos los cristianos (católicos, protestantes y ortodoxos) reintegrándolos a rebaño de Cristo. Es decir, buscando su conversión al catolicismo, pero no a la inversa. No se trata de negociar la fe; se intenta que los "hermanos separados" regresaran a la verdadera Iglesia.
Ya en las enseñanzas de Pío XI, se estableció definitivamente la doctrina tradicional de la Iglesia Católica frente al Ecumenismo. Se afirmaban los siguientes puntos:

- La Iglesia Católica posee la plenitud de Cristo.
- No debe perseguir la unión asimilando a otras confesiones de fe ni acomodando el dogma católico a otro dogma.
- La única verdadera unidad de las Iglesias puede hacerse solamente con el retorno de los hermanos separados a la verdadera Iglesia de Dios.
¿Qué propone la nueva iglesia?
A pesar de las advertencias y condenas, la iglesia se unió al movimiento ecuménico, pero ya no buscando la conversión de los cristianos a la Iglesia Católica, sino dialogando con ellos, teniendo como punto de partida los aspectos "que nos unían" y dejando a un lado las diferencias. Mal negocio para la Verdad, porque una verdad, combinada con una mentira, no da otra verdad, sino una mentira peor que la original.
Aún más. Para la iglesia vaticana el diálogo ha rebasado las fronteras del cristianismo para integrar a todas las iglesias, religiones y credos, aunque se trate de falsos dioses o profetas que no tienen nada que ver con Cristo.
Pero, si se acepta este acercamiento con las religiones paganas, la que pierde es el Iglesia Católica, pues debe renunciar a su origen divino, para hacerse una más entre los falsos credos, y requiere renegar de sus dogmas.
Francisco ha dicho que todas las religiones son queridas por Dios. Falso. El que las permita o tolere, es diferentes a que las quiera. Dios permite el pecado, pero no lo ama. Solo una religión es verdadera.
También ha dicho que el ecumenismo no es algo opcional, sino una actitud esencial de la Iglesia. Falso. El ecumenismo, bien entendido, puede ayudar a la conversión de los cristianos separados. Pero en el falso ecumenismo, el que se predica ahora, no es posible mezclar la Verdad contenida en la Revelación, con cientos de errores de las iglesias paganas.
¿Por qué es un error? Nuestro Credo nos señala que la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica. Una, porque en todo el mundo debe de haber unidad en la fe, y porque pertenecer a ella es condición para la salvación. Por eso la sentencia de los Santos Padres[3]: "Extra Ecclesiam nulla salus" es decir, fuera de la Iglesia Católica no hay salvación.
Si se quiere lograr en la Iglesia Católica no es posible la pluralidad. De modo que hablar de la unidad en la verdad es hablar de ecumenismo verdadero como participación de la verdad ontológica que, en su dimensión trascendente y sobrenatural, se encarna en Jesucristo Dios y hombre verdadero. Un verdadero ecumenismo debe tener como eje y centro la Verdad, y ésta solo se encarna en Cristo.
Además, es un tremendo engaño para cristianos y paganos. Una excelente estrategia del diablo para apartarlos de Dios y de su salvación, pues creyendo que siguen en el camino correcto, se acercan al precipicio infernal.
Pero las respuestas más precisas respecto a la naturaleza del ecumenismo la tenemos en la Encíclica Mortalium Animos de Pío XI:
[Sobre las reuniones ecuménicas] Tales tentativas no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio… Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios.
¿Francisco habrá leído esta Encíclica?
La única Religión revelada es la de la Iglesia Católica. Así pues, los que se proclaman "cristianos" no pertenecen a la Igesia fundada por Cristo, pues precisamente, es una sola.
[1] CompellingTruth. De las 30.000 denominaciones protestantes, ¿cuál es la verdadera iglesia de Dios? https://www.compellingtruth.org/Espanol/denominaciones-protestantes.html
[2] López Vega, J.M. 1923. Los nuevos dogmas de la Iglesia Postconciliar: Ecumenismo. Revista Trento. https://www.revistatrento.mx/
[3] Wikipedia. Extra Ecclesiam nulla salus. https://es.wikipedia.org/wiki/Extra_Ecclesiam_nulla_salus#:~:text=La%20frase%20latina%20Extra%20Ecclesiam,contexto%20en%20que%20fue%20presentada.