NOTICIA COMENTADA 573
"Don Bosco educador": la pedagogía que responde a los errores e incapacidades de hoy. CORRISPONDENZA ROMANA. Por Cristina Siccardi. 25ene23. https://www.corrispondenzaromana.it/don-bosco-educatore-la-pedagogia-che-risponde-a-errori-e-incapacita-di-oggi/
Resumen:
¿Puede un sacerdote solo, pobre y sin apoyo, abrir oratorios, talleres profesionales, escuelas, colegios, misiones, construir iglesias y santuarios en todo el mundo? Es posible y es lo que realizó San Juan Bosco (1815-1888), el hombre de Dios acompañado de María Auxiliadora, María Auxilium Christianorum, cuya fiesta cae dentro de unos días: el 31 de enero. María Auxiliadora y la Sagrada Eucaristía fueron los dos pilares de la existencia del místico Don Bosco, que recogió en abundancia de la Divina Providencia, y su siembra dio frutos milagrosos en un tiempo en que los errores y las persecuciones contra la Iglesia estaban a la orden del día.

Un padre admirable: seguro, firme, amable. "El Amor que él quiso", declara el Padre Ricaldone, "como fin e instrumento del apostolado educativo, es siempre el amor más puro que sólo puede beber de la fuente del Amor infinito. Y el Santo no se cansa de repetir que el alma, la esencia, el principio supremo de su sistema educativo es la caridad, llegando muchas veces a afirmar sumariamente: "El sistema preventivo es la caridad" " (p. 97).
El "Sistema Preventivo" de Don Bosco, si se toma literalmente, siempre tiene éxito. Se basa en tres columnas: Razón, Religión, Bondad amorosa. El fundador de los Salesianos (San Francisco de Sales fue su gran referente teológico) escribió sobre pedagogía y fue sobre todo en la práctica donde dio los frutos de su método preventivo. Sobre las tres columnas arriba enumeradas construyó una arquitectura educativa y formativa de excelencia, capaz de sacar lo mejor de los niños y jóvenes (el arte de la mayéutica) en la libertad de la Verdad de Cristo.
«La práctica de este sistema se basa enteramente en las palabras de San Pablo, que dice: La caridad es bondadosa y paciente; todo lo sufre, pero todo lo espera, y soporta cualquier perturbación. Por lo tanto, solo el cristiano puede aplicar con éxito el sistema preventivo.» El educador salesiano, ya sea Rector o Consejero o Catequista o Maestro o Asistente o revestido de cualquier otro oficio, es y debe ser siempre, en el pensamiento de Don Bosco, una persona de caridad paulina (fuego del Amor Infinito en el alma), porque cuando "el amor se debilita, las cosas ya no van bien!"».
La [pedagogía de la] época contemporánea en la que los educadores, muchas veces y con voluntad, se adaptan a las líneas de la pedagogía, la cual se fundamenta en líneas Montessori (liberal y masónica), progresista y globalista, donde el adoctrinamiento de la ideología de género encuentra espacio y donde las humanidades son deformadas y conformadas al pensamiento revolucionario, terca y violentamente anticristiano.
¡Don Bosco fue maestro de escuela, pero sobre todo de almas! En efecto, es el alma la que tiene mayor necesidad de formación: el conocimiento y la ciencia crecen bien donde hay un alma racional que se cuida y se forma a la luz de la religión católica. Con sano realismo y equilibrio, creó una pedagogía para niños y jóvenes ligada a los principios del Evangelio y a las directrices del magisterio de la Iglesia de todos los tiempos. Perfectamente consciente de que la naturaleza humana está corrompida por el pecado original, por lo tanto más propensa al pecado, al vicio, a la tierra, que al bien, a las virtudes y a lo trascendente, actuó sobre los jóvenes previniendo los males y los pecados, más que actuando en la represión o el liberalismo, ambos sistemas contemporáneos de su tiempo.
Don Bosco fue quien preparó y mostró a innumerables jóvenes de ayer y de hoy el camino al Paraíso: «¡Di a mis muchachos que los espero a todos en el Cielo!». Sí, también hoy, ya que el extraordinario apostolado educativo de Don Bosco no ha perdido frescura ni previsión y sus objetivos son también los nuestros.
COMENTARIOS
Como toda educación
que se precie de ser católica, su finalidad ayudar en la misión de llevar
almas al cielo. Pero en esa tarea, el sistema preventivo de Don Bosco se
distingue porque el centro de su pedagogía es la caridad: "El sistema preventivo es la
caridad".
El Sistema Preventivo de San Juan Bosco es infalible cuando se aplica correctamente. Nunca falla. Pero su efecto es muy limitado si se emplea fuera de la educación católica, precisamente porque sus cimientos y sus principales soportes están en la religión.
Podemos distinguir dos procesos de sistema preventivo: uno externo y otro interno. En la fase externa requerimos de la comprensión hacia los niños, del acompañamiento continuo que evite y prevenga la indisciplina, de los reglamentos que deben ser conocidos por alumnos, maestros y padres de familia y de una serie de estrategias pedagógicas que mantengan al alumno centrado en el aprendizaje; si además es divertido, mucho mejor. La idea es tener control sobre el ambiente de aprendizaje, de manera que no inciten al desorden y al comportamiento inmoral. Estas estrategias externas, por sí solas, dan excelentes resultados, y fomentan la formación humana del alumno, pero no es suficiente, porque abonan muy poco al fin último del hombre.

La fase interna es la importante, y es la que se sustenta en los tres pilares del sistema preventivo: la razón, la Eucaristía y la Bondad amorosa. Estamos conscientes de que la naturaleza humana está inclinada al mal debido al pecado original, por lo que es necesario combatir el mal con el Bien.
La razón es muy importante porque el alumno debe comprender lo que hace y el por qué, lo que le permitirá libremente amar a Dios. La Eucaristía es el centro del sistema, desde luego, acompañada de las confesiones. ¡Qué medida preventiva podría ser más eficaz que vivir en estado de gracia y en amistad con Dios!
El amor no puede faltar. El alumno debe saberse y sentirse amado. Muy pocas acciones inadecuadas o pecaminosas resisten al amor. Pero debe ser un amor auténtico, nacido de la caridad, del amor a Dios. La caridad recomendada es la que Nuestro Señor pone en boca de San Pablo: «La caridad es bondadosa y paciente; todo lo sufre, pero todo lo espera, y soporta cualquier perturbación. Por lo tanto, solo el cristiano puede aplicar con éxito el sistema preventivo.»
Falta solamente mencionar que el primero en practicar el sistema preventivo de San Juan Bosco es el maestro. Un maestro que ame a sus alumnos por amor a Dios.