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NOTICIA COMENTADA 573

25.01.2023

"Dios no necesita ningún sacrificio reparador de nadie". Faustino Vilabrille: "El pecado no ofende a Dios absolutamente en nada". RELIGIÓN DIGITAL. 15ene23. https://www.religiondigital.org/faustino_vilabrille/Pecado_7_2524317554.html

Resumen:

La idea del pecado, asociada al mismo tiempo a la del infierno como castigo del mismo por ser una terrible ofensa a Dios, fue uno de los más grandes martillos, usado durante siglos por la Iglesia oficial para mantener a sus fieles sumisos, dominados, obedientes y dóciles. Nada más lejos de Jesucristo y su mensaje, porque:

-El pecado es simplemente el mal que hacemos, a nosotros mismos, a los demás o a la creación, o el bien que dejamos de hacernos a nosotros mismos, a los demás o a la creación.

-El pecado no ofende a Dios absolutamente en nada.

-Dios no necesita ningún sacrificio reparador de nadie.

-La muerte de Jesús no fue una ofrenda a Dios por los pecados del mundo. No fue para cargar con nuestros pecados como víctima propiciatoria ofrecida a Dios para reparar las graves ofensas de los hombres a Dios.

-La muerte de Jesús no fue una víctima sacrificada exigida por Dios para sentirse reparado de las ofensas de los hombres. Esto sería ser un dios, cruel, tirano, justiciero, vengativo, sádico..., que exige ser expiado. Ya el Salmo 39 lo predecía así: "Tu no quieres sacrificios ni ofrendas; no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios". El sacrificio por el sacrificio, o sea, el sufrimiento por el sufrimiento es absurdo: no tiene sentido, solo tiene sentido en función del servicio a los demás.

-El infierno no es una venganza de Dios, ni un castigo reparador, pues Dios no necesita ser reparado de nada. El miedo a Dios fue un invento de los hombres. La muerte de Jesús fue un asesinato tramado por las "autoridades" religiosas y políticas, confabuladas contra El, por defender a los oprimidos y denunciar a los opresores religioso-políticos del pueblo.

Quitar el pecado del mundo es quitar las injusticias, el hambre, las guerras, la corrupción, la violencia, el odio, los malos tratos, los abusos, los engaños, las mentiras, las desigualdades, los miedos, todo aquello que hace sufrir al Ser Humano o a la Creación. Todos esos males son el pecado que vino a quitar Jesús del mundo, que ahora es misión nuestra eliminar.

Jesús lo sintetizó todo en un único mandamiento promulgado por primera vez en la historia de la humanidad, que El formuló así: "un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a otros", y lo repite: "este es mi mandamiento, que os améis unos a otros". Donde hay amor, no hacen falta leyes. Donde no hay amor, no hay leyes que valgan.

COMENTARIOS 

Hace tiempo no veíamos tantas herejías juntas, y menos dichas por un "sacerdote".

Es necesario advertir que Religión Digital es la página de noticias religiosas más modernista y de izquierda. En ella escriben, además de los ultramodernistas actuales, autores que son o fueron separados de la iglesia por sus ideas heterodoxas (heréticas).

Vamos a analizar estas propuestas conforme a los criterios de verdad de la Religión Católica. Son dos las fuentes de la revelación, de nuestra fe: las Sagradas Escrituras y la Tradición.

Si aceptamos que las Sagradas Escrituras, especialmente los Evangelios son la palabra de Dios, entonces debemos de creer como cierto lo enseñado por Jesucristo y escrito por sus apóstoles. Por otra parte, para verificar lo que dice la Tradición, recurrimos a la síntesis más conocida: el catecismo.

1. ¿El pecado no ofende a Dios?

¿Qué dicen las escrituras?

Por donde los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios. (Ro. 8, 8)

Y la nueva que oímos del mismo Jesucristo, y os anunciamos es: Que Dios es luz, y en Él no hay tinieblas ningunas. (1Jn. 1, 5)

Quien comete pecado, del diablo es, porque el diablo desde el momento de su caída continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. (1Jn. 3, 8 )

¿Qué dice el Catecismo?

107[1].- ¿Por qué era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito? - Era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito porque la majestad de Dios, ofendida por el pecado, es infinita

1850[2] El pecado es una ofensa a Dios: "Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces" (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones.

¡Claro que el pecado ofende a Dios! Dios es luz, y en Él no hay tinieblas ningunas. El mal no puede coexistir con el Bien. Las ofensas de los hombres le ofenden, porque Él nos creó para adorarle y servirle, y en lugar de ello, desobedecemos y nos rebelamos contra sus mandatos.

2. ¿Dios no necesita ningún sacrificio reparador?

Estrictamente hablando, Dios no necesita de una reparación. El pecado de los hombres, aunque ofende a Dios, no le resta ni un ápice a su perfección, no disminuye su grandeza.

Nosotros, los hombres, somos los que necesitamos reparar las ofensas hechas a nuestro Creador. En su infinito amor, a pesar del pecado de nuestros primeros padres, y los cometidos toda la humanidad, quiere que regresemos a su amistad -quiere, no necesita- y por eso nos envía un Redentor, nada menos que a su Hijo.

Los hombres fuimos creados para el cielo, por eso es que Dios quiere que nos salvemos. Debido a la libertad concedida al hombre, no puede salvarnos sin nuestro consentimiento. "El que te creó sin ti, no puede salvarte sin ti" dice San Agustín.

Efectivamente, Dios no necesita una reparación -en el sentido de que le falte algo-; Dios quiere o desea que nos salvemos, pero para ello requerimos de nuestro arrepentimiento, penitencia y su perdón, a fin de regresar al estado de gracia.

¿Qué dicen las escrituras?

Haced, pues, penitencia, y convertíos, a fin de que se borren vuestros pecados: (Hch. 3, 19)

Y en esto consiste su caridad, que no es porque nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó primero a nosotros, y envió a su Hijo a ser víctima de propiciación por nuestros pecados. (1Jn. 4, 10)

...y mi pueblo, sobre el cual ha sido invocado mi nombre, convertido me pidiere perdón, y procurare aplacarme, haciendo penitencia de su mala vida, Yo también desde el cielo le escucharé, y perdonaré sus pecados, y libraré de los males su país (2Cr. 7,14)

¿Qué dice el catecismo?:

¿Pues las penas de Jesucristo nuestro Señor no nos basta?[3]- R. Sí; más quiere que satisfagamos con él nosotros. Jesucristo satisfizo sobreabundantemente por todos los pecados del mundo, y esta es otra verdad de fe; pero es necesario que su satisfacción se nos aplique para que nos aproveche. (p. 416)

108.- ¿Era necesario que Jesucristo padeciese tanto? - No, señor; no era absolutamente necesario que Jesús padeciese tanto, porque el menor de sus padecimientos hubiera sido suficiente para nuestra redención, siendo cualquiera acción suya de valor infinito. (Cita 1)

3. ¿La muerte de Jesús no fue para cargar con nuestros pecados y pagar el precio de los mismos?

¿Qué dicen las Escrituras?

Él es el que llevó la pena de nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero de la cruz, a fin de que nosotros, muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y Él es por cuyas llagas fuisteis vosotros sanados. (1P. 2, 24)

Hijitos míos, estas cosas os escribo, a fin de que no pequéis. Pero aun cuando alguno, por desgracia, pecare, no desespere, pues tenemos por abogado para con el Padre, a Jesucristo justo y santo: y Él mismo es la víctima de propiciación por nuestros pecados; y no tan sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. (1Jn. 2, 1-2)

¿Qué dice el catecismo? (cita 1)

74.- ¿Por qué el Hijo de Dios hecho hombre se llama JESÚS? - El Hijo de Dios hecho hombre se llama Jesús, que quiere decir Salvador, porque nos ha salvado de la muerte eterna merecida por nuestros pecados.

107.- ¿Por qué era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito? - Era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito porque la majestad de Dios, ofendida por el pecado, es infinita.

En esto consiste el Misterio de la Redención, en que Dios ha pagado con su sangre nuestros pecados. El Santo Sacrificio de la Misa no tendría sentido si Jesucristo no nos hubiera redimido.

4. ¿El infierno es un invento de la Iglesia para mantener sumisos y obedientes a los fieles?

¿Qué dicen las Escrituras?

Al mismo tiempo dirá a los que estarán a su izquierda: Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo, y sus ángeles: (Mt. 25, 41)

Nada temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma: temed antes al que pueda arrojar alma y cuerpo en el infierno. (Mt. 10, 28)

Y el diablo, que los había engañado, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habían sido arrojados el monstruo y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por todos los siglos. (Ap. 20,10)

¿Qué dice el catecismo? (Cita 1)

250.- ¿En qué consiste la infelicidad de los condenados? - La infelicidad de los condenados consiste en ser privados por siempre de la vista de Dios y castigados con eternos tormentos en el infierno.

El infierno existe. Es dogma de fe.

Conclusión:

Como podemos ver, cada una de las afirmaciones de este "sacerdote" es una herejía, pues son contrarias a la Doctrina Cristiana, fundamentada en las Sagradas Escrituras y la Tradición.

Las explicaciones de este "sacerdote" están más cerca de las prédicas marxistas que del cristianismo. Con exactitud no sabemos que doctrina enseña, pero no es la católica.


[1] Catecismo Mayor Prescrito por San Pío X el 15 de julio de 195. Edición 1973. https://sfe987dfc16331f95.jimcontent.com/download/version/1557185351/module/8033351163/name/Catecismo_SanPioX.pdf

[2] Santa Sede. Catecismo de la Iglesia Católica. https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

[3] García Mazo. 1852. Catecismo del Padre Ripalda explicado, o sea la explicación de la Doctrina Cristiana. México. Imprenta de la Voz de la Religión. Disponible en: https://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080006821/1080006821_MA.PDF 


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