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26.12.2022

Sobre la renuncia de Bergoglio y la secularización del papado. DUC IN ALTUM. Por Aldo María Valli. 22dic22. https://www.aldomariavalli.it/2022/12/22/sulle-dimissioni-di-bergoglio-e-la-secolarizzazione-del-papato/ 

Resumen:

Propongo esta carta [de Federico Morandi], que interpreta perplejidades generalizadas. Poco después, mi respuesta.

Desde hace tiempo experimento una profunda inquietud ante diversos aspectos de la vida de la Iglesia que me dejan desconcertado. Le escribo a Duc in Altum porque no puedo hablar con nadie al respecto, ni siquiera con personas cercanas a mí. De hecho, no puedo transmitir y hacer que la gente entienda mis sensaciones. Dejo a un lado cuestiones, que tengo muy cerca de mi corazón, como las vinculadas a la Misa tradicional y la Comunión en las manos, y paso a lo que dijo Francisco en la entrevista con el diario español ABC sobre su renuncia.

Un Papa, para cuya elección intervino el Espíritu Santo, dice que firmó su renuncia por adelantado, debido a un posible impedimento físico futuro, ¡y esto parece completamente normal!

Pero me pregunto: ¿cómo puede ser esto normal? Incluso si hubiera impedimentos cognitivos, ¿sería normal que el Vicario de Cristo renuncie y se jubile? ¿Es acaso una profesión como cualquier otra?

También me pregunto: ¿podría yo, como padre y esposo, en el caso (Dios no lo quiera) de serias dificultades físicas o cognitivas, tal vez dejar de ser padre y esposo? Si renunciaba, como padre sería responsable ante Dios y, como esposo, ¡mi esposa también podría volverse hacia la Sacra Rota!

En el sufrimiento, un padre no sólo puede seguir siendo padre, ¡sino que incluso se convierte en don! Supongamos también que existe la imposibilidad de expresar todas las capacidades, y que el séquito papal plantea el problema. Bueno, ¿no sería esa todavía la voluntad de Dios? Mi impresión es que ya no hay fe en Dios, sino sólo en el hombre. Parece que incluso el Papa se ha convertido en un hombre y piensa en sí mismo como tal.

Respuesta de Aldo María Valli. Si ahora el hacer prevalece sobre el ser.

Estimado Federico, tienes razón. La figura papal, así como toda la Iglesia, ha sido sometida durante los últimos sesenta años a un profundo y progresivo proceso de secularización. Un proceso que bajo Francesco ha experimentado una marcada aceleración. El papa y el papado han sido reducidos a la sola dimensión terrenal. Total es la identificación con la persona que detenta el rol en un momento histórico dado. La dimensión sobrenatural ha sido eliminada, por lo que no es de extrañar que ahora se considere normal hablar de la "renuncia" del Papa, como si se tratara de un jefe de oficina cualquiera. Como sólo ha quedado la dimensión terrenal, la función ha perdido todo sentido que vaya más allá de la humanidad del sujeto que la encarna.

Es cierto que el derecho de la Iglesia prevé la posibilidad de la renuncia. Pero hoy esta posibilidad -que debería entrar en la categoría de casos verdaderamente excepcionales- ha sido banalizada. Es significativo que el mismo Papa en la entrevista con el diario español ABC ya ni siquiera usa el término correcto de renuncia. A estas alturas, habla precisamente como un ministro de un gobierno o el presidente de una junta directiva.

Como Papa, como padre, uno no puede renunciar, y en cambio he aquí que en la opinión pública la idea de la "renuncia" del Papa se da ahora como una normalidad y, tal vez, incluso un deber. Prevalece la idea eficiente, fruto del materialismo, según la cual lo único que importa es hacer y no ser.

El anuncio de que el Papa ha pensado en dimitir debe darse en un contexto de excepcionalidad y gravedad, y en cambio aquí se tira por descuido, como si habláramos, precisamente, de cualquier función burocrático-administrativa. Lo que demuestra una total falta de respeto no solo al papado, sino a millones de católicos para quienes el papa no es un burócrata cualquiera, sino el sucesor de Pedro.

Francisco, aunque a menudo parece improvisar, en realidad tiene en mente un proyecto preciso: el Papa y el papado deben reducirse únicamente a la dimensión humana. Todo lo que va más allá para él es sólo oropel, cosa de "al revés", de los amantes de los encajes y encajes de abuela. Lo ha dicho y lo ha insinuado una y otra vez, por lo que su última salida no sorprende.

Pregunta: ¿Se recuperará alguna vez el papado? ¿Será posible devolverle la talla perdida? Nadie puede leer en el futuro, pero eso parece algo difícil.

COMENTARIOS

Sumamente preocupante para la Iglesia es el giro diametral en la consideración de la naturaleza del papado. De haberse instituido como cabeza de la Iglesia, con un carácter eminentemente sobrenatural que le confiere el ser vicario de Cristo y cabeza de su Iglesia en este mundo, ahora se convierte en una especie de oficio o profesión al que se puede renunciar a placer.

Recientemente Francisco reveló que ya había firmado su carta de renuncia en caso de discapacidad[1], hecho sucedido en 2013, documento que fue entregado al entonces secretario del Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. Y la noticia no la comunicó en un evento formal, en presencia de la curia romana o los cardenales, sino en una entrevista que concedió al medio español ABC. Es decir, en un evento "casual" que da la apariencia de que su renuncia carece de importancia. Pero con ello, también lo aplica al papado: no es tan importante; se puede poner o quitar.

Esto es lo que Valli llama "secularización del papado". "Francisco, aunque a menudo parece improvisar, en realidad tiene en mente un proyecto preciso: el Papa y el papado deben reducirse únicamente a la dimensión humana."

Por eso Federico Morondi escribe preocupado por este hecho, y pregunta ¿sería normal que el Vicario de Cristo renuncie y se jubile? ¿Es acaso una profesión como cualquier otra? ¿Se puede renunciar a ser padre o a ser esposo?

Claro que no. Aún con serias deficiencias de salud, continúa siendo pontífice.

En ese proceso de secularización del papado, Valli argumenta que ya no importa el ser, sino el hacer, fruto de materialismo eficientista. Es decir, ya no importa la persona del papa, sino las funciones que realiza. Por lo tanto, si un pontífice ya no puede hacer, no tiene caso que siga siendo papa.

Pero también puede haber otra razón de orden político. Parece que quiere asegurar la continuidad en su línea reformista, y no quiere que su muerte tome desprevenido a su grupo. Esto significa que en un momento dado, pueden hacer válida la renuncia y -como dicen los políticos- dar un "madruguete" con un candidato ya seleccionado de antemano.

Quizás estemos exagerando. Esperamos en Dios que nos equivoquemos.


[1] Gallagher, Delia. 18 de diciembre de 2022. El papa Francisco ya firmó su carta de renuncia en caso de mala salud. CNN Español. https://cnnespanol.cnn.com/2022/12/18/papa-francisco-firmo-carta-renuncia-en-caso-mala-salud-trax/ 


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