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19.11.2022

Francisco: "El sacerdote que no da la absolución es un delincuente". INFOVATICANA. Por Carlos Esteban. 18nov22. https://infovaticana.com/2022/11/18/francisco-el-sacerdote-que-no-da-la-absolucion-es-un-delincuente/

Resumen:

Durante su alocución a rectores y formadores de seminarios latinoamericanos, el Papa llamó "delincuentes" a los sacerdotes que niegan la absolución a cualquier penitente, lo que no ha dejado de causar perplejidad... "A veces sufro cuando me encuentro con personas que lloran porque se confesaron y les contaron todo. Si vienes a confesarte porque has hecho una, dos, diez mil estupideces... ¡dale gracias al Señor y perdónalo! Pero que el otro todavía siente vergüenza y tú insistes, insistes. "No puedo absolverte, porque estás en pecado mortal, tengo que pedir permiso al obispo...". ¡Esto pasa, por favor! Nuestro pueblo no puede estar en manos de delincuentes. Y un párroco que obra así es un CRIMINAL, en el verdadero sentido de la palabra".

Y aquí está el aprieto: esto lo dice el Papa, el Vicario de Cristo, la máxima autoridad de la Iglesia que no puede ser juzgado por nadie. Pero la doctrina bimilenaria de la Iglesia dice otra cosa, dice el sacerdote puede negar o retrasar la absolución si considera que falta algunos de los requisitos necesarios para una buena confesión... el penitente no tiene un 'derecho' a ser absuelto con independencia de sus disposiciones. Eso es algo que, hasta ayer, cualquier niño católico sabía perfectamente.

Al administrar el sacramento, el confesor, como ministro de la Iglesia, debe atenerse fielmente a la doctrina del Magisterio y a las normas dictadas por la autoridad competente".

De hecho, parece ser un rasgo propio de los santos reconocidos como grandes confesores, como el Cura de Ars, San Juan María Vianney, de quien se recuerda que aplazaba a menudo la absolución, esperando que el penitente estuviera realmente dispuesto a obtener el perdón de los pecados. Se cuenta el caso de un adúltero que, aunque arrepentido de su pecado, se sentía incapaz de romper una relación extramatrimonial. El propósito de la enmienda es una de las condiciones de una buena confesión.

COMENTARIOS 

Otro motivo de escándalo y confusión. ¿El sacerdote tiene el poder y la obligación de perdonar todos los pecados que le sean confesados?

No. Como dice Carlos Esteban, cualquier niño que hace su primera comunión lo sabe. La Doctrina Cristiana es muy clara: se deben cumplir una serie de requisitos para que el sacerdote pueda dar la absolución.

  • Empecemos aclarando la necesidad y finalidad de este sacramento. El Catecismo Mayor de San Pío X[1] dice:

673.- ¿Qué es el sacramento de la Penitencia? - La Penitencia, que se llama también Confesión, es el sacramento instituido por Jesucristo para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.

674.- ¿Por qué se da el nombre de Penitencia a este sacramento? - Se da el nombre de Penitencia a este sacramento porque para alcanzar el perdón de los pecados es necesario detestarlos con arrepentimiento, y porque quien ha cometido la culpa debe sujetarse a la pena que le impone el sacerdote.

675.- ¿Por qué este sacramento se llama también Confesión? - Este sacramento se llama también Confesión porque para alcanzar el perdón de los pecados no basta detestarlos, sino que es necesario acusarse de ellos al sacerdote, esto es, confesarse.

En estos tres cuestionamientos ya tenemos algunas restricciones al perdón: Es necesario detestarlos con arrepentimiento y debe haber una confesión presencial ante un sacerdote.

  • Las condiciones para que realice adecuadamente son cinco: examen de consciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, acusación de los pecados, y cumplir la penitencia. Pero la parte más importante es la contrición, el dolor por haber ofendido a Dios. Dice la Catecismo Mayor:

690.- ¿Cuál es la parte más necesaria del sacramento de la Penitencia? - La parte más necesaria del sacramento de la Penitencia es la contrición, porque sin ella no podemos alcanzar el perdón de los pecados, y con ella sola, cuando es perfecta, podemos alcanzar el perdón, con tal que juntemos el deseo, al menos implícito, de confesarnos.

Pero a este dolor de los pecados debe seguir el propósito de enmienda, es decir el prometer no volver a cometer ese pecado. Esto es importante porque uno de los pecados más comunes en los cuales no se puede dar la absolución es el adulterio. Tenemos personas que se arrepienten del pecado, pero no tienen la intención de dejarlo. Entonces el sacerdote está obligado a dejar en suspenso la absolución hasta que se tenga ese propósito de enmienda. Igual sucede con el que roba o con el sicario, que se arrepienten, pero no quieren dejar de pecar.

  • ¿Entonces se puede negar la absolución? No solo se puede, sino que se debe. De nuevo el Catecismo Mayor:

772. ¿Pueden los confesores diferir o negar alguna vez la absolución? - Los confesores no sólo pueden, sino deben diferir o negar la absolución en ciertos casos, para no profanar el Sacramento.

  • Además tenemos otras cuestiones más administrativas. El sacerdote debe estar autorizado por su obispo o su superior para poder confesar. Se entiende que en casos de extrema necesidad, como el peligro de muerte, lo puede hacer aún sin esa autorización.
  • Hay pecados, que por su gravedad, están reservados al obispo o a la Santa Sede; es decir, sólo ellos pueden perdonarlos, no el sacerdote ordinario[2]. El fin de esta reserva es evitar que esos graves pecados vuelvan a repetirse. De nuevo, en caso de extrema urgencia, un sacerdote puede hacerlo; y durante el tiempo de cuaresma, es sacerdote puede perdonar los pecados reservados al obispo.

Entonces, ¿Por qué Francisco está violentando la enseñanza de la Iglesia respecto al sacramento de la Penitencia? Podríamos decir que quizás no conoce este tema, pero no es posible. Entonces cae en la heterodoxia, es decir, en la herejía. Está promoviendo una nueva iglesia... Porque la Doctrina Católica es perenne: Después de N. S. Jesucristo no hay nuevas verdades reveladas que cambien las anteriores.


[1] Catecismo Mayor Prescrito por San Pío X el 15 de julio de 1905. Edición de 1973. https://sfe987dfc16331f95.jimcontent.com/download/version/1557185351/module/8033351163/name/Catecismo_SanPioX.pdf

[2] Faria, R. 1955. Curso Superior de Religión. Bogotá. Librería Voluntad. P. 408.


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